La presencia de José Antonio Aznar y su copiloto para la ocasión, el catalán Jordi Vilagra, en el apartado de vehículos históricos del RallyRACC, prueba española del campeonato del mundo de rallyes, se saldó con un fin de semana lleno de magníficas sensaciones para ambos.
Tanto a bordo del BMW M3 E30 utilizado por el piloto almeriense para la ocasión, que lucía los colores con los que compitíeron en 1987 Pep Bassas y Josep Autet, como de espectador, Aznar disfruó al máximo de la experiencia que supuso compartir escenario con los mejores pilotos y equipos del mundial de rallyes.
El jueves por la noche, Aznar, Vilagra y el BMW tomaron parte, junto al resto de participantes en las diferentes categorías del rallye, en la multitudinaria ceremonia de salida celebrada en Salou. El viernes, vivieron desde dentro el rallye visitando las asistencias de los equipos mundialistas y acudiendo como espectadores a los tramos de tierra de la primera etapa, que no estaban incluidos en el programa de los vehículos históricos. Y, finalmente, el sábado y el domingo tuvieron la ocasión de experimentar el recorrido de los tramos de asfalto con el M3 E30 'Bassas réplica', que recibió, además, el autógrafo en su carrocería de Pep Bassas Junior, flamante campeón de la Beca Junior R2. No fue esa la única firma de prestigio en el equipamiento utilizado por Aznar en Cataluña, ya que el nueve veces campeón del mundo, Sebastien Loeb, le dedicó a José Antonio su sotocasco.
En conjunto, fueron cuatro días fantásticos para Aznar, Vilagra y sus acompañantes, que convivieron con los pilotos, copilotos y mecánicos del mundial, en la doble faceta de espectadores y participantes, disfrutando de un modo distinto, original y, sin duda, más intenso, de la cita española del campeonato del mundo de rallyes
AZNAR